sábado, 22 de octubre de 2011

Fundamento del Pu Mapunche ñi Gijañmawün (Religión Mapuche).



Con respecto a la religión y la religiosidad Mapuche, desde que estos comienzan a ser estudiados por personas foráneas a su cultura, sociedad e historia (misioneros, cronistas, aventureros, etnógrafos), se plantean sobre su religión las siguientes interpretaciones:
a) la primera niega la posibilidad de que los mapuche tengan un pensamiento religioso propio,
b) la segunda, y la mas frecuente,  es la de constituir una religión de tipo monoteísta.
c) la interpretación que reconoce la creencia en más de un ser supremo
d) y por ultimo que los mapuche no tienen status de religión, sino que son solo creencias
La interpretación monoteísta, es la más difundida hasta el momento. Se han usado distintos conceptos para dar cuenta de la creencia de los mapuche en un solo ser supremo, algunos hablan de Günechen o Chaw Günechen, otros hablan de Elchen, igualmente se habla de Chaw Dios y Ñuke Dios. Esto muestra una fuerte carga ideológica cristiana. Muestra también un sesgo abismante en la interpretación del Kimün Mapuche, pues se extraen palabras del Mapuzugun y se las utiliza para validar un orden ya dado por otro pensamiento religioso.
La versión politeísta del Gijañmawün (religión mapuche), es planteada entre otros por el padre Luis de Valdivia  (1606) el cual basándose en su experiencia y su conocimiento de la cultura mapuche reconoce diferentes categorías que conforman el panteón del Gijañmawün y no una sola deidad central analogable al cristianismo.
Desde nuestra experiencia, y basándonos en el Kimün que se nos ha compartido, el Gijañmawün tiene un complejo orden religioso, compuestos por distintas fuerzas relacionadas  en la naturaleza y el cosmos. Podemos encontrar elementos constitutivos de la religiosidad mapuche presentes en todo el territorio, existen también variaciones locales y regionales en los distintos conjuntos de personajes que son reverenciados.
Espacios Religiosos y Socioculturales
Para el Gijañmawün en nuestro entorno medioambiental existen determinados espacios que son considerados sagrados y respetados por los mapuche debido a la relevancia sociocultural que tienen. Podemos entender estos espacios como aquellos lugares en donde se produce una fusión  de la energía contenida en los seres vivos y las fuerzas que allí confluyen.
El Newen corresponde a lo que se puede denominar como una fuerza física y espiritual presente en un espacio determinado Es un término que designa al elemento que da vida al hombre, a los antepasados y a la naturaleza. Desde esta posición el mapuche concibe que todos los animales, las plantas, los ríos, los cerros y el hombre poseen una fuerza espiritual que les da la vida y el aliento Esta relación mapu-püjü-fütakecheyem (naturaleza-espíritus-antepasados)  es la que propicia al mapuche a mantener una relación respetuosa frente al medio ambiente.
Los Geh (dueño) representan la manifestación del Püjü que a su vez esta sujeta al Newen. Los Geh cumplen como función el resguardo de todas las especies que existen en su espacio, teniendo la posibilidad de evaluar el comportamiento del Che en su interacción con las especies que en él existen. Esta evaluación puede tener como resultado una sanción positiva o negativa hacia el Che y en algunos casos hacia el entorno, dependiendo del cumplimiento de las normas que dicta el Az Mapu en cada territorio. 
Los conceptos de Newen, Geh, Ekuwün, Xükawün y Yamüwün, son transversales a todos los espacios religiosos y socioculturales del pueblo mapuche, estos orientan el comportamiento que el che debe asumir frente a los espacios y sus Geh, así como frente a otros che, para no provocar desordenes. Xükawün, es denotativo de un respeto profundo e incondicional que el che debe tener frente a otro, de no interrumpir ni transgredir su integridad, sin necesariamente esperar un acto equivalente. El concepto de Eukuwün incorpora el aspecto emocional de la relación, el tener cariño y afecto entre los seres. El Yamüwün, implica un saber situarse frente a otro ser, “ser ubicado”, no burlarse, no reírse. Se aplica a cualquier persona, aquí rige el principio de respetar para ser  respetado. El Yamüwün, se demuestran con acciones tales como el solicitar permiso a los Geh ya sea para ocuparlo, extraer productos, transitar por él, establecerse en el espacio o  acudir en horarios no  adecuados.
Algunos Espacios Religiosos y Socioculturales Mapuche:
El Gijatuwe es un espacio establecido por los Xokinche (grupo de familias ligadas por un linaje común que comparten un espacio al interior del lof mapu) y ocupado para ceremonias como el Gijatun o el Kamarikun. El establecimiento y ubicación de estos espacios es indicado por medio de los newen o geh de los espacios involucrados a través de  pewma a machi, logko, pijañ kushe u otros.
El Paliwe es un espacio de orden recreativo, espiritual y sociopolítico. En estos espacios se realiza el juego del Palin, lo cual le confiere el carácter de ser principalmente espacios recreativos y de afianzamiento de la unidad y hermandad entre un Lof y otro.
Los Xawüwe son espacios o lugares de encuentro, de reunión, y en la mayoría de los casos se encuentran en los mismo lugares o cercanos a los Gijatuwe y los Paliwe. Cuando la reunión tiene lugar en estos espacios, tiene un sentido de formalidad y de respeto, por lo cual el uso inadecuado de estos espacios puede traer como consecuencia la intervención rigurosa de los Geh donde están ubicados los Xawüwe.
Los Menoko son espacios muy húmedos y se caracterizan generalmente por ser fangosos y estar rodeados de diversos tipos de hierbas, arbustos, matorrales, siendo por lo general las plantas de tipo medicinal. También confluyen en el lugar distintas especies de animales y aves acuáticas visibles o tangibles, así como también animales que no son visibles y que reciben el nombre de Kulme. Los Geh existentes en los menoko  son los encargados de la existencia de la diversidad de especies.
El Wixunko hace referencia a un caudal de agua que corre en un tramo relativamente extenso. En él existen determinados Geh dependiendo de los elementos que conforman el entorno entre un tramo y otro, tales como plantas, piedras, entre otros elementos. El Wixunko posee funciones curativas sobre todo cuando se celebra el We xipantu, por la pureza de sus aguas.
El Xayegko se caracteriza por ser un lugar donde existe agua y que en su interior contiene abundante Kura (piedras). Se pueden encontrar dentro de un Wixunko y se caracteriza por ser un espacio donde se realizan ceremonias para pedir agua. Cuando  en el ceremonial se logra una comunicación fluida con los Geh de ese espacio se produce un Pürako (aumento en el caudal de las aguas).
Wigkul es el nombre que reciben los cerros en territorios Inapireche, Wenteche y Bafkehche  Existen diversos tipos de Wigkul,  diferenciándose por su tamaño, siendo los Füxake Wigkul los cerros de tamaño grande y los Pichike Wigkul o Mühake Wigkul los cerros pequeños.
Dependiendo del tipo de Geh que contienen, serán espacios considerados propicios para efectuar ceremoniales que llamen al sol, el buen tiempo, así como la lluvia, entre otras posibilidades.
Con el nombre de Mawiza se  denomina a los bosques con abundante vegetación natural y a los cuales generalmente se les conoce como montañas. Los Mawiza  poseen sus propios Geh con sus funciones especificas, pudiendo dar avisos de acontecimientos futuros y cumpliendo además funciones alimentarías tanto para los che como para los animales. En ellos se desarrolla la actividad de recolección de frutos y actividades ganaderas.
Los Ge Bafkeh  son ojos de mar que se encuentran generalmente en medio de Mawiza, en cumbre de cerros y valles, caracterizándose por ser como lagunillas muy profundas que no tienen fondo (se asume que subterráneamente tienen vinculo directo con el mar) y por poseer agua salada. Posen diversidad de Newen y diversos tipos de Baweh en su alrededor, siendo espacios vedados para el che por ser su geh muy delicado. Sin embargo, hay mapuche que conocen el protocolo particular y propio que se debe realizar para visitar el lugar con algún motivo específico, situación que al parecer antiguamente se daba con más frecuencia.
El Bafkeh es un gran espacio de concentración de agua, en los cuales existen diversos geh que son los dueños de los recursos naturales que en él existen. Existen Bafkeh de agua salada y agua dulce poseyendo distintos tipos de newen
Las Kura son grandes pedazos de roca, en algunos casos sobrepuesta en un espacio plano o llanura, en otros se presentan en forma de cerro, y son pedazos de rocas que son de distintos colores, formas y tamaño.  Existen las fatia kura, piedras con forma de batea; kajfü kura, piedra azul; che kura, piedras con forma de gente; waka kura, piedras con forma de vaca; toki kura, piedras con forma de hacha; pimutuwe kura, piedras asperjantes, entre muchas otras. Todas estas Kura se consideran con vida e igualmente poseen un Geh que cumple funciones especificas como ser portadores de energías que propician  la producción de animales o ser protectoras del che, de familias y del lof mapu.
Xawünko son puntos donde las aguas provenientes de distintas direcciones se unen, esta agua puede ser de ríos o esteros. Estas aguas cumplen la función de ser medicinales y su efecto curativo depende de la cantidad de uniones de las aguas, por lo cual la utilización medica de los Xawünko  dependerá de la enfermedad que se esta tratando.
Los Zeqüñ son los volcanes que se encuentran presentes tanto en territorio Pwelche como Guluche. En el pwel mapu, la relación que se tiene con el newen del volcán es estrecha, reconociéndosele  como un newen muy poderoso  y que se manifiesta en todo el mapu a través de los Pijañ Mawiza. En el gulu mapu, al igual que los Mawiza, entregan a los che presagios sobre acontecimientos futuros.

Kimün: Base de la Religión Mapuche
La base de un comportamiento respetuoso lo constituye el conocimiento, poseer Kimün, pues permite estar conscientes de la significancia que tiene cada espacio. Las personas que poseen el Kimün se diferenciaran entre Kimche y Kimünche. En el primer caso, se trata de personas que saben y que aplican lo que saben cotidiana y continuamente, diferenciándose de los Kimünche los cuales no necesariamente aplican sus conocimientos. Al conocer y llevar a la práctica los principios que rigen la relación entre seres un Kimche puede ser catalogado de Nor Che, sin embargo esta categoría más bien se comprende como un ideal a alcanzar en las dimensiones espiritual, social y psíquica, que la confieren los Geh quienes son los que evalúan el comportamiento del che.
A razón de complementar lo aquí expuesto es necesario tambien referirnos a los conceptos de Küme Az Mogen y de Nor Felen. El Küme Az Mogen se refiere al comportamiento adecuado que hay que tener con los espacios, o sea a una forma correcta de vivir la vida que le da bienestar espiritual al Che, posibilitando una armonía familiar y por ende del Lof Mapu.  Por otro lado el Nor Felen es comprendido como armonía, equilibrio del che consigo mismo y los distintos espacios que conforman el Naüq Mapu, así como las dimensiones que conforman el Waj Mapu. Esto se puede ejemplificar de la siguiente manera, si en el espacio donde existe un Geh kujiñ (dueño de los animales) y la relación espiritual con éstos se da bajo los principios del Nor Felen, existe más posibilidad que se reproduzcan animales más robustos así como también existan más diversidad de Baweh (remedios) tanto para la persona y los animales. Cuando los espacios son transgredidos y no se respetan, ya sea por falta de conocimiento o en forma voluntaria, las personas son sancionadas, trayendo como consecuencia un desequilibrio espiritual, psíquico, físico, económico y social de la persona. Cuando la transgresión es muy grave y además consciente, puede alcanzar hasta el exterminio del Reyñma (familia) de la persona que cometió la transgresión.
Uno de los factores que en la actualidad ha limitado un comportamiento pertinente ante los Geh es la imposición de "la ocupación legal chilena" de estos espacios. Esta y otras condicionantes han incidido en el uso y apropiación de espacios que culturalmente no se deberían ocupar, acarreando con ello enfermedades en el che, catástrofes naturales, entre otras consecuencias. Otro factor que condiciona es la enajenación de los territorios por latifundistas que han coartado el acceso a los espacios de relevancia sociocultural, así como la implementación de carreteras y la cada vez más creciente expansión de las ciudades.



Edición:

Patricio Burgos. Antropólogo.
Francisco Cabellos. Psicólogo Social.
Pamela Luna. Psicóloga Clínica.

Encargados de bibliografía, referencias y documentos:

José Quidel. Profesor, Investigador y Logko comunidad Itinento.
Victor Caniullan. Asesor Sociocultural, Investigador y Machi comunidad Quillem Alto.
Jimena Pichinao. Antropóloga e Investigadora.
Fresia Mellico. Profesora de Mapuzungu e Investigadora.

Transmisión Oral del Conocimiento Mapuche



La relación del hombre y los elementos que conforman la naturaleza es muy estrecha en la religión mapuche. Elementos como el agua, los cerros, el sol y los Newen de los distintos espacios del Naüq Mapu, juegan un rol preponderante en el modo en que se vivencia la realidad. Esto puede verse claramente reflejado en los relatos mapuche que hacen referencia a una catástrofe natural sufrida por su pueblo hace muchos años atrás y al subsecuente repoblamiento del territorio.

Kay Kay y Xeg Xeg: Relatos

“Allá en el mar, en lo más profundo vivía una gran culebra que se llamaba Kay Kay. Las aguas obedecían las órdenes del culebrón y un día comenzaron a cubrir la tierra. Había otra culebra tan poderosa como la anterior que vivía en la cumbre de los cerros. El xeg
Xeg aconsejó a los mapuches que se subieran a un cerro cuando comenzaron a subir las aguas. Muchos mapuche no lograron subir al cerro y murieron transformándose en peces. El agua subía y subía, y el cerro flotaba y también subía; los mapuches se ponían los cantaritos sobre la cabezas para protegerse de la lluvia y el sol, y decían:
Kay, Kay, Kay;
Y respondían:
Xeg, Xeg, Xeg
Hicieron sacrificios y se calmó el agua y los que se salvaron bajaron del cerro y poblaron la tierra.
Así nacieron los mapuches”.

La trasmisión de este relato en la cultura mapuche  se realiza en forma oral no dejándose nada a la improvisación, ya que era una actividad reglamentada. Esta transmisión se realiza de generación en generación en los distintos Fütal Mapu del Naüq Mapu y  no es considerado como un mito o una leyenda, sino como algo real y en directa relación con la conformación de las distintas identidades territoriales que conforman al pueblo mapuche. Cabe mencionar, sin embargo, que para el Gijañmawün (religión mapuche) no existe  la dualidad del bien frente al mal entendida en el sentido judeo cristiano occidental, ya que las fuerzas espirituales que habitan el Naüq Mapu poseen distintas dimensiones. Un ejemplo de esto ultimo es que si bien en estos relatos Kay Kay es responsable del desastre descrito, en contextos y temporadas de sequía se le ruega para que envié agua.

A continuación se presentan cuatro relatos de la historia de Xeg Xeg y Kai Kai provenientes de distintos puntos del territorio. El primero proviene del valle central, el segundo de la región del Toltén a lo largo de la costa, el tercero del sector de Malleco, y el cuarto del sector de Imperial.

Variación del Relato de Kay Kay y Xeg Xeg

1er relato.

Xeg Xeg es una gran montaña de una cordillera que recorre desde Galvarino a Temuco. Kay Kay era un enorme serpiente con tres brazos que eran árboles y con una cola enraizada al suelo. En las alturas de Xeg Xeg hay una laguna que era la casa de Kay Kay. Y Kay Kay, tenia la cabeza de un enorme buey. Cuando dormía tenía los ojos abiertos, y cuando los cerraba, estaba despierto. La gente venia de vez en cuando a apalear la cola de Kay Kay. Esto despertaba a Kay Kay lo que hacia que cerrara los ojos. Kay Kay era el jefe de todos los animales. Entonces hubo un día en que la gente molesto demasiado a Kay Kay, y Kay Kay condujo fuera a todos los animales. Kay Kay los condujo al aire. No es que partieran  volando, sólo se fueron caminando por el aire. Nadie sabe dónde se fueron pero son los espíritus protectores de todos los animales vivos.”

2do relato.

” Xeg Xeg era un cerro como también era un espíritu benéfico que ayudaba a la gente. Kay Kay era un ave marina, un espíritu maléfico que se divertía haciendo daño a la gente.

Así salvó Xeg Xeg a los mapuche y venció al mal.

Un día, Kay Kay  decidió aniquilar a todos los mapuche e hizo que el mar subiera hasta que toda la tierra se inundara. Mucha gente se las arregla para trepar al Xeg Xeg con sus animales, y los animales selváticos los siguieron. Cuando Kay Kay dijo “kay, kay, kay, kay” subió el mar hasta cerca de la cumbre del Xeg Xeg amenazando así tanto a la gente como a los animales. Al ver lo que pasaba, Xeg Xeg se alzó todavía más. Esto continuo hasta que Xeg Xeg llegó a su altura actual y toda el agua del mar se consumió. Kay Kay estaba vencido. Así que toda la gente que había trepado al Xeg Xeg estaba a salvo. Esto demuestra lo poderoso que era Xeg Xeg. Conquisto a Kay Kay y salvó a la gente.” 

3er relato.

“Debe haber sido hace muchos años; ellos tenían más de cien años cuando fallecieron y yo tengo más de setenta. Pero era lo que me conversaban mis abuelos. Hubo una gran agua, el mar se salía, se desbordaban los ríos y se llenaron todos los campos. Ellos se salvaron porque se subían a los cerros. Y hacían cantaritos que se ponían en la cabeza porque la lluvia era muy fuerte. Y aquí llovió más de tres meses sin parar. Y murieron los animales, los chanchos y las gallinas. Y las casas fueron llevadas por el agua. Entonces ellos arriba del cerro hicieron un Nguillatún para poder calmar el agua, y seguramente nuestro Señor los escuchó porque se calmaron las aguas. Todos los mapuche se subieron a un cerro que queda al otro lado del Bio-Bio y de allí después se esparcieron por la tierra y la poblaron”

4to relato.

“Nos encontrábamos en camino hacia el norte. Después de lo bello sigue lo triste. Nuestros antepasados eran esos caminantes. Y aquello sucedió en aquella época en el que el gran Toki hizo acompañar a su hermana a los guerreros, para conocer la región fría de los lagos, de los volcanes. Lindo había estado el verano. Bastante calor había dado el sol y el producto de la caza era más que suficiente. Ahora venía el regreso que no era peligroso, ya que debía ser en dirección al sol, dejando atrás las nieves y el frío. Precisamente, cuando los mapuche se preparaban para partir de vuelta, al pie del gran volcán, acondicionando las pieles y los cueros ricamente trabajados, como el valioso metal y las piedras brillantes sobre las andas –la hermana del toki había partido ya en su anda con medio día de ventaja, con parte de las riquezas reunidas-, se produjo un terremoto tan fuerte que los cerros cambiaron sus cimas, se abrieron grandes grietas y boquerones que expulsaban vapores y que se tragaron una gran parte del grupo. Otros sucumbieron a causa del fuego que expulsaba el Pillan, el cual estuvo tronando muchos días y noches, lanzando flechas encandescentes, por lo que sobrevivió solamente el que pudo huir a tiempo. Y esos fueron muy pocos. Como llovía en forma incesante, se fue acumulando mucho agua en las llanuras, ahogándose muchos mapuche. Fue una catástrofe terrible. Cuando al fin se pusieron en movimiento los sobrevivientes con la princesa y con los hombres que la habían acompañado, encontraron destruidos los caminos de aquellas zonas por las que siempre habían transitado, por lo que pudieron avanzar a costa de grandes sacrificios. Pero de repente terminaba el camino. Todo se había  encontrado cubierto por pasto y había sido terreno duro y rocoso. Pero ahora se extendía ante ellos solamente un mar sin limites. Como un puente colgante se despeña dentro de las quebradas o dentro de las aguas correntosas, así había desaparecido el camino en forma total, y solamente se encontraba un mar de olas bravas, donde antes se había extendido la tierra verdagueante con su camino  seguro. Separados estaban ellos de su patria, los extranjeros que deseaban regresar  a sus hogares, y que ya no podían regresar. Pero todos los años regresaban al Fucha Bafkeh, buscando el camino perdido a orillas del mar que se había agrandado, gritando  apenadamente Chazi Chazi (Sal, sal), porque el agua era demasiado salada para beberla. Pero el camino desaparecido jamás volvió a aflorar”.

La primera reina que reinó en el Bajo Imperial, como fue nombrada esa región posteriormente, la que reunía los pueblos, cuando estaban discordes entre sí, descendía de aquella mujer (hermana del toki), de la cual descienden también los demás tokis y logko que supieron hacer grande y respetada la nación.  Porque de los pocos extranjeros que fueron mandados por su gobernante a este país, surgió la nación de los hombres cobrizos o de piel oscura, como somos aún hoy, nosotros, los mapuche, lo que nos hace ser los verdaderos propietarios de estas tierras.  Una valerosa mujer fue la madre de nuestra estirpe, y de ella debemos haber heredado la nostalgia de la patria lejana que todos los mapuches llevamos dentro del corazón, sin poderla expresar con palabras, lo que influye en la manera de ser del mapuche, que no puede estar alegre si no encuentra un medio para producir su alegría artificialmente”



http://www.taringa.net/posts/info/11430921/Mitos-y-leyendas-de-Chile-para-todo-el-mundo-_MEGA-POST_.html


Así como estos relatos podemos hallar numerosas otras narraciones en la costa, en los valles y en las montañas, en los cuales, si bien puede encontrarse variaciones locales (referidas principalmente al origen y constitución de cada identidad territorial), se observa que la temática central sigue siendo la misma, lo que da  cuenta de la unidad cultural del pueblo mapuche. Del mismo, modo los cuatro relatos evidencian un íntimo parentesco entre los mapuche, los elementos de la naturaleza y los fenómenos naturales. La organización mapuche tradicional se funda observando principalmente la naturaleza en el cual la función del che (persona) no es la de gobernar sino más bien la de conducir su medio ambiente. Desde el conocimiento mapuche o Kimün, el mapuche trabaja con y por el mundo, con y por el hombre, con y por el tiempo, con y por la vida y en ningún caso en contra de ella. Actualmente se han ido cometiendo a los espacios y los Newen transgresiones cada vez mas graves, por ejemplo la tala de bosques, lo cual ha traído consigo inmediatamente numerosas enfermedades entre la población.


Transmisión del Conocimiento

Como se observa en las narraciones presentadas, la tradición oral tiene un rol trascendental en la transmisión cultural del pueblo mapuche. A través de esta se ha perpetuado hasta nuestros días la memoria histórica de su sociedad. Desde que el niño comienza a desarrollar sus capacidades de aprendizaje, la familia mapuche se preocupara de estimularle para que internalice el Kimün pertinente al tipo de familia de la cual provenga, así como la función que le corresponda llevar adelante como che. A través de la tradición oral el mapuche desde pequeño toma conciencia y conocimiento no sólo de su lengua y cultura, sino que también del entorno que le rodea, del cosmos y de los grandes acontecimientos que se suscitan en la vida tanto de las personas como de la naturaleza.

Dentro de la transmisión oral mapuche, juega un rol importante la figura del Wewpife. Conocedor del Kimün, de la religión Mapuche y con un amplio dominio sobre la historicidad propia del espacio donde vive (en el ámbito de Lof, Rewe y Ajarewe)  es el encargado de transmitir oralmente la tradición cultural mapuche. A través del Weupin (discurso) evoca por medio de su memoria histórica elementos constitutivos del ser mapuche, así como también por medio del Güxantun da cuenta de relatos de tipo históricos.

Testigo de  la importancia de la transmisión oral en el mantenimiento de la memoria cultural e histórica de los mapuche, fueron muchos cronistas españoles que en sus trabajos reflejaron esta capacidad. Del mismo modo también fueron testigos de esto sacerdotes y frailes que vivieron entre ellos. A continuación se presenta los escritos de un fraile franciscano, Antonio Sors, que pasó más de cuarenta años entre los mapuche:


“Aunque los indios no saben leer ni escribir, ni tienen ciudades ni villas, no obstante no carecen de las noticias y guerras que han tenido, saben los más leves hechos que acaecieron en la antigüedad; porque en cada Ayarewe tienen un indio o dos de particular memoria que como historiador les refiere todo cuanto ha pasado. Suelen tener sus días en los cuales hacen un gran circulo de indios y en medio se pone el historiador, el cual en prosa y verso les va refiriendo la más mínima noticia desde la creación del mundo; pero particularmente desde que los españoles entraron a sus tierras, puntualmente les refiere todas las guerras, todos los trabajos que pasaron sus antepasados, cómo le quitaron las tierras... si el suceso es alegre con palabras alegres, y si es funesto, con un tono muy lastimoso y fúnebre, y entonces lloran, se agarran el pelo y hacen otros ademanes en señal de sentimientos que vienen de los trabajos que pasaron sus antepasados. Este historiador enseña a otro y así van conservando las noticias”

(Fraile franciscano   Antonio Sors, en “Historia del Reino de Chile”)




Edición:

Patricio Burgos. Antropólogo.
Francisco Cabellos. Psicólogo Social.
Pamela Luna. Psicóloga Clínica.

Encargados de bibliografía, referencias y documentos:

José Quidel. Profesor, Investigador y Logko comunidad Itinento.
Victor Caniullan. Asesor Sociocultural, Investigador y Machi comunidad Quillem Alto.
Jimena Pichinao. Antropóloga e Investigadora.
Fresia Mellico. Profesora de Mapuzungu e Investigadora.

jueves, 13 de octubre de 2011

Religión Mapuche. Pu Mapunche ñi Gijañmawün




Antes de iniciar el desarrollo de los contenidos de este módulo se hace necesario incorporar algunos conceptos que facilitan la lectura y comprensión de algunas oraciones o frases.

Pwel Mapu: territorio ubicado hacia el Este.
Pire mapu: territorio de nieve (donde nieva)
Günezuamün: fijarse, observar, tener ubicación
Az Mapu: Conjunto de características de un territorio, que involucra aspectos de orden socioculturales, espirituales y geo espaciales.
Waj Mapu: universo
Perimontun: manifestación física de una fuerza espiritual
Newen: fuerza, energía vital.
Kimün: conocimiento, sabiduría
Wenu Mapu: espacio localizado en una dimensión superior a aquel espacio en donde nosotros nos situamos.
Ragiñ Wenu Mapu: espacio intermedio entre  el naüg mapu y el wenu mapu .
Püji Mapu: también conocido como naüq mapu
Miñche Mapu: espacio que se encuentra ubicado bajo el naüg mapu
Gulu Mapu: territorio ubicado hacia el oeste
Rakizwamün: pensar
Kimkantun: aprender a conocer practicando
Inakintun: observar, volver la mirada hacia atrás
Eluzuguwün: entregar conocimiento, información a alguien
Küga: origen, tronco familiar
Gübamuwün: aconsejarse
Xükawün: respeto incondicional
Ekuwün: respetarse para ser respetado
Kuxan: enfermedad
Geh: dueño de espacios específicos en un territorio

Waj Mapu

El primer concepto que debemos considerar es el concepto de Waj Mapu, que involucra a todo el universo, el cosmos, todo lo que significa materia y lo que no es materia, lo tangible y lo intangible.  Cuando se habla del planeta tierra se habla de Wajontu Mapu. Por un lado, Wajon  nos trasmite la concepción de un ente circular y Mapu define los diferentes espacios que constituyen el mundo mapuche.

Desde los fundamentos de la religión Mapuche cada persona pertenece a una fuerza y cada elemento que existe en la naturaleza es reflejo de una vida que posee un origen determinado. Estos newen habitan en los diferentes espacios del cosmos, razón por lo cual  el universo es considerado como algo vivo, no como algo estático, muerto, ya que cada espacio o parte que lo conforma está totalmente activa.

El Waj Mapu, que es el universo, esta subdividido en cuatro dimensiones diferentes:

El Wenu Mapu, corresponde a una dimensión no física, literalmente significa las tierras de arriba.  El término "arriba" se refiere a una dimensión que es superior a aquella desde la cual estamos. No se puede abordar este termino en un sentido de verticalidad y menos todavía otorgarle un juicio valórico de que lo de arriba es bueno y lo de abajo es malo, esa taxonomia es de fuerte origen cristiano y se ha transformado en la concepción que se ha difundido más extensamente.

El Ragiñ wenu mapu, corresponde a una dimensión intermedia entre el Wenu Mapu y el Naüq Mapu (espacio material en donde estamos). Es un espacio en el cual habitan Newen, fuerzas que son intermediarias entre los che y los Newen de otros Mapu.

El  Naüq Mapu, es el espacio en donde habitamos los che, es el planeta tierra (Wajontu Mapu).  Espacio en el cual se manifiestan diversas formas de vida, que son al mismo tiempo reflejo de diversas formas de fuerzas.

El Miñche Mapu, es una dimensión que se encuentra bajo el Naüq Mapu que habitamos.


Waj Mapu


Naüq Mapu

Para referirse a Naüq Mapu o Püji Mapu  hay que considerar que es un espacio compuesto por varios objetos (naturales, humanos, espirituales). El Naüq Mapu se divide en dos grandes identidades territoriales: el Gulu Mapu (vertiente occidental de la Cordillera de los Andes) y el Pwel Mapu (vertiente oriental de la Cordillera de los Andes), las cuales se encuentran separadas por el Pire Mapu que corresponde al cordón Montañoso de la Cordillera de los Andes.

Gulu Mapu (parte de lo que actualmente es Chile) se conforma de distintos Fütal Mapu, como son Pinkun Mapu, Wiji Mapu, Pewen Mapu, Wente Mapu, Naüq Mapu y Bafkeh Mapu.

Pwel Mapu (parte de lo que actualmente es Argentina) se conforma más o menos de los siguientes Fütal Mapu, Ragkül Mapu, Pewen Mapu, Mamüj Mapu, Ina Pire Mapu, Chazi Mapu, Wiji Mapu y el Pwel Wiji Mapu.

Para la religión  Mapuche el entorno alberga distintas fuerzas o newen que se manifiestan de muchas formas. Una de ellas es Perimontun (acto de ver elementos o situaciones no cotidianas, no conocidas en un espacio y tiempo determinado, manifestación física de los seres espirituales que existen en la naturaleza o en un espacio determinado). Estas visiones, por ejemplo, ocurren a personas que luego ocuparán alguna función relevante en la comunidad como en el caso de pu machi. Los agentes de la medicina mapuche son atraídos por la naturaleza y sus fuerzas desde muy temprana edad. La relación hombre-naturaleza es muy estrecha.

Nosotros, las personas, somos che y somos de carne y hueso. Como Che pertenecemos a alguno de los Newen existentes en el Naüq Mapu y al morir nos transformamos en Ba, Tanto esta condición, como la de pertenecer a algún newen determinan en la religión mapuche una base de igualdad que viene a extenderse a una multiplicidad de dimensiones culturales propias de este pueblo.

Antiguamente, por ejemplo, a los nombres de los mapuche se le agregaban las terminaciones de los Küga – ascendencia, tronco familiar -. La idea de las terminaciones de estos nombres es que simboliza una fuerza, un newen, ya sea un animal, una piedra, un color, el agua o diferentes formas de fuerza.  Cada persona tiene una ascendencia territorial (Xuwun), por un lado, y una ascendencia de sangre (Kupan), por otro.

Kimün: Conocimiento Mapuche

Para que nosotros, Che, podamos existir, tienen que haber existido cientos de personas atrás de las cuales somos resultado. Nosotros somos un punto minúsculo donde se conjuga toda una tradición de costumbres, de conocimiento, de sangre, de personas, un Kimün.

El Kimün es el conocimiento mapuche, en donde el che se forja, a la ves que va forjando este Kimün minuto a minuto. El Kimün puede ser aprehendido a través del Ajkün (oír), del Pen (ver), del Konkantun (practicar) y el Konün (desarrollar). Nosotros como che podemos profundizar el Kimün a través de algunas técnicas:

Gunezwamün: que se basa en la observación, lo cual no es simplemente mirar sino que el che se introduce en lo que esta mirando mediante la reflexión.
Rakizwamün: que esta referido al pensar, al pensamiento profundo.
Kimkantun: que se refiere al poner en practica un conocimiento, asumir un rol o una vocación.
Azüm azümtun: se basa en el conocimiento de hacer cosas con las manos, algo concreto como hilar, hacer instrumentos, etc.
Inakintun: que esta referido a cuando una persona observa algo y después trata de replicarlo, emularlo.
Inayentun: que se basa en el imitar una conducta particular.
Eluzuguwün: que se refiere a cuando una persona es capaz de entregarle a una persona un conocimiento con información.
Güxameluwün: que esta referido a entregarle conocimiento a un grupo de personas.
Gübamüwün: que se refiere a entregar un conocimiento a través de consejo.

La organización mapuche tradicional se funda observando principalmente la naturaleza, el Naüq Mapu, que está ordenado y equilibrado y en el cual la función del che no es la de gobernar la naturaleza, sino más bien la de conducirla. Cualquier fenómeno de intervención a la naturaleza es respondido desde la naturaleza, ya que cada espacio posee un Geh (un dueño), que hace referencia al Newen que existe en ese lugar especifico.

El Geh representa la fusión  de la energía contenida en todo ser que tiene vida, también es aplicable a los espacios que concentran elementos con cualidades o funciones, un claro ejemplo es de los Geh Mawiza; cualquier espacio reconocido como Mawiza tiene un Geh, que cumple como función resguardar todas las especies que en él existen. Los Geh tienen la posibilidad de evaluar el comportamiento del che en su interacción con las especies que en él existen. Esta evaluación puede resultar en una sanción positiva o negativa, dependiendo del cumplimiento de normas de comportamiento culturalmente pertinentes.

Los conceptos de Xükawün, Ekuwün y Yamüwün, orientan el comportamiento que el Che debe asumir frente a estos espacios, como frente a otros Che, para no provocar desordenes. Xükawün, es denotativo de un respeto profundo e incondicional que el Che debe tener frente a otro, de no interrumpir ni transgredir su integridad, sin esperar necesariamente un acto equivalente. El concepto de Ekuwün  incorpora el aspecto emocional de la relación, el tener cariño y afecto entre los seres. Yamüwün, implica un saber situarse frente a otro ser, “ser ubicado”, no burlarse, no reírse. Se aplica a cualquier persona, aquí rige el principio de respetar para ser  respetado.

El respeto por  el Xukawün, Ekuwün y  Yamüwün, se demuestran con acciones tales como el solicitar permiso a los geh de un lugar ya sea para ocuparlo, extraer productos, o simplemente transitar por él o establecerse en el espacio. Otras acciones que dan cuenta de este respeto hacia los geh es acudir en horarios  adecuados y no gritar.

En este sentido, los che provienen de un Newen y todos los Newen son diferentes entre si, pero no hay Newen superiores o inferiores, por lo tanto, todos los che somos diferentes en cualidad pero a su vez somos similares a los demás objetos del Naüq Mapu (piedras, plantas, animales, etc) en términos de influencia o poder.

Esta condición de equilibrio entre los distintos Newen representa el estado natural, que debe ser reflejado en la relación del hombre con sus congéneres y el medio ambiente. Cuando esta relación de armonía se ve alterada se producen un quiebre que trae consecuencias para el che. Por ejemplo, en sitios donde se mantienen los Menoko (espacios muy húmedos que se caracterizan por ser fangosos, por lo general rodeado de diversas plantas medicinales y por la presencia de animales visibles, no visibles –Kulme-  y aves acuáticas) existen muchas fuerzas que coexisten en el espacio y si una persona trasgrede ese espacio le hará pagar un precio. Muchas enfermedades o Kuxan, según la religión mapuche, son consecuencia de una trasgresión contra las normas del universo o Waj Mapu.  Ese cuerpo de normas, o Az Mapu (normas, costumbres establecidas en un determinado territorio ante lo cual se rigen los grupos que en ellas habitan), regulan la relación entre los seres humanos y su entorno como con los otros seres vivos y fuerzas del Waj Mapu. Esa relación esta basada en una reciprocidad  y equilibrio entre los seres, las fuerzas, por lo cual cuando, como se ha dicho, una persona trasgrede una de las normas y quiebra esa relación, se enferma.  La enfermedad puede tener múltiples formas, pero la causa siempre proviene del comportamiento del individuo o un miembro de su familia, pues a diferencia del pensamiento "occidental" cartesiano, el cuerpo no es una entidad cerrada, por lo tanto la trasgresión de uno puede afectar a los demás.

Un ejemplo de cómo un desequilibrio producido por una trasgresión se manifiesta en la dimensión salud-enfermedad en la cultura mapuche es el Konün. Consiste en una malformación, que puede tomar distintas formas en un niño, como consecuencia de la trasgresión de la madre o el padre al tener contacto con un ser que se está muriendo mientras la madre esta embarazada, situación abiertamente inapropiada. Como consecuencia, el último aliento del animal o persona que muere entra al feto de la madre y el sufrimiento de la muerte está reflejado en la malformación del niño. Esta enfermedad es ocasionada por la trasgresión del Az Mapu donde está normado que una pareja que está esperando un hijo, no debe tener contacto directo con la muerte.

Como se puede observar, de acuerdo a los mapuche, la enfermedad no es sólo un estado biológico o físico, sino que la enfermedad es siempre moral y social. Además de tener un origen debido al no-cumplimiento de las reglas que dicta el Az Mapu, al desequilibrio con el entorno y a las transgresiones realizadas a los geh (dueños) de cada espacio y territorio, las enfermedades surgen de un desequilibrio socio-espiritual.


Edición:

Patricio Burgos. Antropólogo.
Francisco Cabellos. Psicólogo Social.
Pamela Luna. Psicóloga Clínica.

Encargados de bibliografía, referencias y documentos:

José Quidel. Profesor, Investigador y Logko comunidad Itinento.
Victor Caniullan. Asesor Sociocultural, Investigador y Machi comunidad Quillem Alto.
Jimena Pichinao. Antropóloga e Investigadora.
Fresia Mellico. Profesora de Mapuzungu e Investigadora.

LA MAL LLAMADA PACIFICACIÓN DE LA ARAUCANÍA. Ocupación Militar de la Araucanía del Estado Chileno.


   Durante el período de la independencia y hasta bien entrado el siglo XIX, la situación de la Araucanía permaneció en tranquilidad. Sin embargo, a partir de 1842, se iniciará una política de ocupación, con el fin de fomentar la soberanía chilena en la región.

Al asumir el gobierno de Chile, el presidente de la República Manuel Bulnes Prieto, (1841-1851) desarrolla una política destinada a incentivar la instalación de veteranos de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana en la zona de Arauco. De esta forma se fueron extendiendo las instalaciones de ciudades, como Los Ángeles y de fuerzas para mantener la tranquilidad en la región, como los Batallones San Carlos y Negrete.

Durante el gobierno del presidente Manuel Montt Torres, (1851-1861) se designa al Teniente Coronel Cornelio Saavedra, como Comandante General de las Fuerzas de Arauco. Saavedra busca desarrollar un plan para ocupar los territorios hasta el río Malleco.

A fines del siglo XIX, comienza a gestarse el mal llamado proceso de Pacificación de la Araucanía, en el cual la burguesía criolla logró conquistar en forma definitiva las tierras de los mapuches y someter a las leyes del estado Chileno a este pueblo. Los motivos que condujeron al Estado Chileno a expandir su territorio y, por lo tanto, invadir suelo mapuche, obedecieron a distintos factores: económicos, militares, ideológicos y la estigmatización de la imagen de los mapuche como   “salvajes” y “agresivos”.

El territorio mapuche independiente mantenía espacialmente los deslindes logrados a principios de la Colonia, y reconocidos a través de múltiples parlamentos, que se extendía entre el río Bio Bio por el norte y el Toltén, por el sur, y que fue refrendado nuevamente en 1803, en el Parlamento de Negrete.

Hasta mediados del Siglo XIX, el pueblo mapuche gozaba de independencia territorial y en sus dominios el Estado Chileno no ejercía jurisdicción efectiva. La frontera durante la República fue reconocida en el Parlamento de Tapihue de 1825 y en la Ley de 1852 que creó la provincia de Arauco y reconoció como territorios indígenas las tierras que conformaban la provincia. En los hechos, las autoridades chilenas no tuvieron control jurisdiccional de la Araucanía sino hasta 1883 fecha en que el Cacique Epulef entrega las ruinas de la ciudad de Villarrica a las autoridades chilenas y se somete a su soberanía.

A instancias del gobierno central, entre los años 1862 y 1883, el ejército chileno al mando de Cornelio Saavedra ocupará militarmente la Araucanía, y lo hará fortificando las líneas defensivas a lo largo de los ríos que surcan la región. Así, una vez refundado Angol, en 1862, se fortifica la línea del río Malleco en 1864; luego, en los años 1867 y 1868, son ocupados por la milicia Puren y Lumaco, como también la Costa de Arauco hasta Tirúa; hacia 1870 la línea de frontera se fija -por el sur- en Toltén y por el avance desde Valdivia. Desde aquí se incorpora la costa hasta Queule, subiendo por el río San José hasta Mariquina. En el año 1874, se avanza desde Lumaco a Traiguén; en 1881 y 1882 se establece la línea en el río Cautín, desde la cordillera de Curacautin o Sierra Nevada hasta la desembocadura del río en el mar; y, finalmente, en 1883 se lleva la línea de ocupación a la cordillera de Villarrica-Pucón, Lonquimay y Alto Bio Bio.


Con el proceso bélico librado por Saavedra en la Araucanía se consolida la ocupación material del territorio Mapuche y se pierde la autonomía por efecto de la acción militar. Este proceso de ocupación fue violento y los ultrajes generados por las tropas desocupadas de la guerra del pacifico fueron múltiples. Uno de los hechos que mejor refleja esta forma de actuar se comienza a gestar el 5 de noviembre de 1881, día en el cual el fuerte Temuco aparece rodeado por mapuches al mando del logko Marinao para evitar que se enviaran refuerzos a otros lugares, en uno de los últimos intentos por expulsar a los invasores. Como consecuencia  el 10 de noviembre “el mayor de carabineros Bonifacio Burgos los persiguió (a los mapuche)  hasta la bajada de Santa Rosa, dándoles alcance en un sitio cercano entre el antiguo campamento y lo que es hoy día la quinta Pomona   (actualmente sector Pomona, Santa Rosa, Temuco). Allí quedaron, como resultado, 75 indígenas muertos, por lo cual - desde entonces y antes de la existencia del barrio Santa Rosa - ese sector se conoció como el barrio de la Matanza o de la Mortandad” (“Historia de Temuco” Eduardo Pino Zapata, Pág. 19)

Los horrores producidos durante esta  campaña militar quedan claramente reflejados en diarios de la época (“Historia del Pueblo Mapuche” José Bengoa, Págs. 222-223), los cuales clamaban contra el pillaje en que se había transformado  la llamada  “Pacificación de la Araucanía”.

Después de los horrores, de los asesinatos, de los robos y salteos a mano armada que se han cometidos con los indios todavía se decreta contra ellos una guerra de exterminio
¿y quieren que no defiendan su tierra, su familia y su o ro?
(19 de diciembre de 1868, El Meteoro de los Angeles)

Estos son los hechos, el general Pinto ha sembrado terrenos fiscales  i ha ordenado el arreo de los animales indígenas i el incendio de las rucas i sementeras araucanas; i en vez de guerra de soldados hemos tenido así en la frontera guerra de pastores i de pillaje desmoralizador.
Estos hechos son los que la opinión ha denunciado i El Ferrocarril, al sacarlos a la publicidad para que se explicaran??? suficientemente, i sus autores, cualquiera que sean, pudieran dar estrecha cuenta de sus actos para desvanecer rumores que a nadie honran, ha prestado un servicio de que mal se aprovechan los escritores de palacio.”
(17 de febrero de 1869, El Ferrocaril de Santiago)

El Ferrocarril, abogando por lo que ha creído de justicia i por la conveniencia del país, ha sido constante enemigo de la guerra que hoi se hace a los salvajes, guerra de inhumanidad, guerra imprudente, guerra inmoral, que no da gloria a nuestras armas, provecho al Estado, ni prestigio a nuestro pabellón
(25 de febrero de 1869, El Ferrocarril de Santiago)



La colonización

La necesidad de hacer patente la dominación del nuevo territorio anexado a la Republica Chilena da comienzo a un proceso de colonización de las tierras al sur de la frontera del Bio-Bio. Arriban a la región un número considerable de extranjeros atraídos por la promesa de un nuevo futuro y la responsabilidad de introducir el proceso “civilizador” en el territorio mapuche. Alemanes e italianos, principalmente, en conjunto con algunas familias criollas asumieron la misión de introducirse en el inhóspito territorio. La Región comienza a caracterizarse por la confluencia cultural de distintas nacionalidades.

Es la época de la colonización, comienzo del más voraz arrebato de tierra hasta entonces experimentado por los mapuche. Los métodos de despojo fueron diversos, entre ellos encontramos: las corridas de cerco, expulsión a través de juicios (la mayoría brujos, en dónde el Mapuche no tenía a veces la menor información), asesinatos de logko y sus familias, enfrentamiento armado, apaleo, matanzas colectivas, incluso encerrando a los mapuche en su ruka y luego quemándolos vivos (caso Forrahue). Se realizan divisiones de tierras, legalización de los reasentamiento y otra cantidad de tierra es perdida por los mapuche. Los mismos topógrafos arreglan los papeles y se adueñan de las mejo­res tierras.

A la violencia de la pacificación, con rucas en llamas, campos calcinados y fusilamiento de mapuches, debe sumarse durante este periodo la rivitalización de distintos grupos por controlar las tierras prometidas. Para el historiador Eduardo pino Zapata en este época  “.... había una serie de conflictos donde era fácil confundir las pasiones políticas o doctrinarias con las ambiciones de hombres duros resueltos a todo. Aquí podía triunfar cualquier recurso concedido por la ley, la influencia, la audacia, la impunidad o la falta de escrúpulos,  Realmente, la virtud predominante en los primeros años de la capital de la Frontera y en toda la región, no era la Piedad” (En “Historia de Temuco” Eduardo Pino Zapata, Pág. 24).

En forma paralela a la ocupación militar Al mando de Cornelio Saavedra, y a medida que ésta avanza y se consolida, la Araucanía será objeto de dominación por imposición del derecho chileno. En 1866, el concepto "territorio de indígenas" reconocido en la Ley de 1852 que crea la provincia de Arauco es cambiado por el de "territorio de Colonización", haciendo clara alusión a que las tierras ocupadas comenzarían a ser repartidas a colonos chilenos y extranjeros.

La ley de 4 de Diciembre de 1866 ordena la fundación de poblaciones en el territorio indígena y determina cuáles son las tierras del Estado en territorio indígena, disponiendo que ellas se componen de los terrenos comprados a particulares y los terrenos baldíos. Junto a lo anterior, establece que -para su enajenación- los terrenos del Estado sean subastados públicamente, en lotes que no excederán las quinientas hectáreas. Asimismo, dispone que una parte de estos "terrenos del Estado" se destinarán al establecimiento de colonias de nacionales o extranjeros. En lo que respecta a las tierras indígenas, ordena deslindar los terrenos pertenecientes a indígenas, levantar un plano en el que se marcarán las posesiones asignadas a cada indígena o a cada reducción y otorgar el correspondiente título de merced. Todas aquellas tierras no asignadas a los indígenas se reportarán como terrenos baldíos, y por consiguiente propiedad del Estado, ordenando que caen en dicha categoría todos aquellos terrenos respecto de los cuales no haya probado posesión efectiva y continuada de un año por lo menos.

En virtud de la Ley de 1866 sólo se reconoció como '”efectivamente ocupado la ruca, los huertos familiares y lo cercado, no reconociendo territorios de pastoreo, ramoneo, extracción de leña y de recolección de frutos, es decir, los territorios antiguos, aquellos que permitían la supervivencia material y cultural de las familias.

La ley de 4 de Agosto de 1874, vino a ratificar los preceptos de la ley de 1866, ordenando la enajenación -en subasta pública y por cuenta del Estado- de los terrenos comprendidos entre los ríos Renaico por el norte, Malleco por el sur, Vergara por el oeste, y la cordillera de los Andes por el este. Dispone, además, que se rematarán los terrenos del Estado comprendidos entre los Ríos Bío Bío, Vergara y Renaico y la Cordillera de los Andes.

Si bien esta normativa en principio prohibía que los particulares adquirieran por cualquier
medio terrenos de indígenas entre el rio Malleco y el límite norte de la provincia de
Valdivia, en la práctica validó todas las usurpaciones de tierras indígenas efectuadas por los
particulares mediante el reconocimiento de los derechos de todos aquellos fundos cuyos
títulos estuvieran inscritos en forma legal.

Las normas antes reseñadas dejan claro que el único derecho de propiedad que en lo sucesivo se le reconocerá a los indígenas es el que se les otorgue en merced, entendiendo por tales solo aquellos terrenos respecto de los cuales el indígena pueda acreditar ocupación efectiva, los demás serán considerados "terrenos baldíos" de propiedad del Fisco. Cualquier otro derecho de propiedad que invoque el indígena deberá constar en un título inscrito, registrado competentemente y otorgado conforme a las solemnidades prescritas por decreto de 14 de marzo de 1853, lo que equivale a negarle cualquier derecho.

En síntesis, de los 3,2 millones de hectáreas que en la actualidad posee la IX Región de la Araucanía –formada por las provincias de Malleco y Cautín- el reparto del territorio mapuche promovido por el Estado Chileno significó que, hasta 1900, solo en remates de tierras se hubieran transferido un total de 1.125.120 hectáreas, las que representaban el 35,32% del territorio. Otro tanto se transfiere a las cinco empresas que obtuvieron Concesiones de Colonización entre 1900 y 1911, las que en conjunto suman en propiedad un total de 203.063 hectáreas, representando el 6,37% del territorio de la Araucanía. A ello se contrapone notablemente la superficie de radicación con títulos de merced entregados a familias mapuches en Malleco y Cautín, la que alcanza a un total de 407.696,06 hectáreas, representando sólo un 12,8.% de la superficie del territorio mapuche original de la Araucanía. Lo anterior contrasta radicalmente con el trato dado a los colonos europeos, a quienes el Estado entregó los 'terrenos baldíos en hijuelas que alcanzaban a 70 cuadras y 30 más por cada hijo varón de más de 10 años, pasajes gratuitos desde el puerto de embarque hasta Chile, tablas, clavos, una yunta de bueyes, vaca con cría, arado, carreta, maquina destroncadora, pensión mensual durante un año y asistencia médica por 2 años.

Asimismo, se celebraran contratos entre el Estado y empresas colonizadoras, a las que se les entrega en concesión superficies que tenían como promedio alrededor de 700 hectáreas por 1 familia. Finalmente, se procede a rematar tierras fiscales 'baldías', en hijuelas que van desde las 200 a las 500 hectáreas, sin restricción para que cada persona rematara la cantidad de hijuelas que quisiera, dando origen a un importante proceso de acaparamiento de hijuelas y la formación de grandes paños territoriales, antecedente directo de los fundos particulares actuales, que van encerrando a las comunidades.

La radicación de las comunidades mapuches, llevada a cabo entre 1884 y 1929, significó entregar en toda la región un total de 2.318 títulos de merced a favor de comunidades mapuches, 280 en Malleco y 2.038 en Cautín, siendo el promedio de hectáreas por persona radicada de 6,3 hectáreas. Una de las consecuencias inmediatas de la aplicación de la ley de radicación fue que, a 1929, fecha en que concluye el proceso de radicación, quedaron muchas familias sin ser radicadas. Esta situación determinará que posteriormente el Estado a través de multiplicidad de Leyes, inclusive hasta la actualidad, haya tenido que buscar mecanismos para reconocer los derechos de propiedad indígena no constituidos durante el proceso de radicación.

Es necesario aquí detenerse en 2 cifras que dan pistas respecto a cómo este proceso reduccional afectó a las familias mapuches: la primera, se reconoció en dominio una superficie correspondiente sólo al 6% de lo efectivamente ocupado; y la segunda, el Censo de 1907 señala la existencia de al menos 110.000 indígenas, es decir, de ese total hubieron al menos 30.000 personas que quedaron sin tierra.

La acción del Estado en el reparto del territorio usurpado a los mapuches, trajo consigo numerosos pleitos y conflictos, muchos de ellos impulsados por rematantes de tierras, por colonos chilenos y extranjeros, y también por concesionarios de colonización, todos en contra de las comunidades mapuches radicadas o en proceso de radicación. Así, el pueblo mapuche, luego de ver ocupado y confiscado su territorio por el Estado Chileno, es objeto de innumerables acciones de usurpación de tierras por sus nuevos vecinos o por el propio Estado, el que en sus actos de remates de tierras no respetaba las reservas indígenas establecidas en títulos de merced, así como ya no lo había hecho con las tierras ocupadas ancestralmente por los mapuches y que la Comisión Radicadora de Indígenas sustrajo de sus dominios. 



Consecuencias

Como consecuencia de estos procesos de usurpación tanto mujeres como hombres, al verse ultra reducidos, empobrecidos y despojados comenzaron a emigrar en busca de alternativas. Las hambrunas y el deambular de familias desplazadas provocan epidemias entre los años 1881 y 1907 murieron a consecuencias de las hambrunas y las pestes unos veinte a treinta mil mapuche. 

“En estos últimos días se han venido un buen numero de familias de la cordillera en donde no pudieron estar por más tiempo por haberse agotado los frutos silvestres de que principalmente se alimentaban.
Se han presentado pidiendo socorro al fuerte de Curacautín, en cuyos alrededores han construido habitaciones y han formado una especie de reducción o colonia. Todos vienen en estado verdaderamente lamentable”  
       [Memoria de Guerra Pacificación de la Araucanía 1887 (“Historia del Pueblo Mapuche” José Bengoa, Pág. 372.)

Los procesos de migración hacia los centros urbanos por parte de la población mapuche en busca de trabajo los transforma en mano de obra barata particularmente por sus características socioculturales, su situación socioeconómica y su preparación, lo hace ubicarse en las periferias de las ciudades. Los hombres  trabajaran como panaderos, feriantes, constructores y las mujeres trabajaran de amas de casa. En esta época la discriminación es bastante dura, siendo las mujeres tratadas como «indias» y «china bruta», por no hablar el español.

Unido a esto nacen los términos amezian, (trabajar en media la tierra, pedir animales en media ya sean ganados mayores y menores) y el de  Alkilan (prestar los hijos pequeños para que pudieran trabajar en pastoreo u otra labor, pagándose con animales o trigo al dueño del hijo).



Edición:

Patricio Burgos. Antropólogo.
Francisco Cabellos. Psicólogo Social.
Pamela Luna. Psicóloga Clínica.

Encargados de bibliografía, referencias y documentos:

José Quidel. Profesor, Investigador y Logko comunidad Itinento.
Victor Caniullan. Asesor Sociocultural, Investigador y Machi comunidad Quillem Alto.
Jimena Pichinao. Antropóloga e Investigadora.
Fresia Mellico. Profesora de Mapuzungu e Investigadora.